De brazos abiertos para amparar y de manos extendidas para bendecir.
Un mirar amigo, oídos dispuestos a oír una historia de dolor y sufrimiento pueden hacer la diferencia en la vida de alguien.
Y es lo que los Ángeles de la Noche del Templo de la Fe realizó al reunir aproximadamente 100 personas en el sector Montalbán Guillermo García 11, llevando un gesto de cariño, atención, una palabra de vida y una oración de fe.
Cómo escrito está:
«Bienaventurado el que piensa en el pobre; En el día malo lo librará el Señor».
Salmos 41:1
🔹Y usted se ha colocado a la disposición del prójimo?🔹